Ira, que estalla en mi pecho...
que le da fuerza a mis puños para golpear como jamás lo han hecho.
Que me quema por dentro como incendio devastador.
Que golpea a través de mis dedos las teclas de mi ordenador
Ira que al no encontrar válvula de escape no tiene mas remedio que inundar cada rincón de mi cuerpo e iniciar así la lucha entre mi racionalidad y el lado más instintivo de mi cuerpo.
Me alejo de aquellos que me importan, aunque me hayan dañado ellos, no me importa.
Sentimiento que odio sentir, pero que hace que me sienta iracunda cuando está conmigo.
Me veo capaz de luchar contra el más fuerte de los gigantes y vencer...
Pero prefiero no iniciar la lucha.
Prefiero dejar al fuego que recorra todo el incendio...
Prefiero otorgarle a mis dedos la capacidad de escribir lo que siento sin tapujo alguno.
E ir apagando así, poco a poco las llamas...
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