Y hoy me encuentro aquí delante de mi teclado, con no muchas cosas que decir, pero sí con algún que otro pensamiento suelto.
Me sorprende que personas que eran tan esenciales para mi, vayan desapareciendo poco a poco.
Menguando, sin yo entender nada.
Pensé que era tan esencial para sus vidas como lo eran ellas para las mía, pero parece no ser así.
Que el tiempo va pasando, eso es cierto, pero trae consigo el peor compañero que hay, el olvido.
Me duele pensar que se vayan, pero así es el ciclo de la vida, llegan nuevas personas, se marchan algunas de las que habían estado conmigo durante un largo tiempo, y como no, quedan aquellas que sabes que estarán allí para siempre.
Aquellas personas a las que el tiempo parece no cambiar.
Aquellas a las que la distancia nunca les traerá el olvido.
Hoy brindo por todas aquellas que siguen aquí. Y ¿Porque no? Por todas aquellas que se van alejando poco a poco. Mejor dicho, brindo porque algún día regresen.
La gente è spenta ma i colori appaiono nuovi per la mia strada...