Y es que me pierdo entre aromas.
Me lleva lejos el olor a menta...lejos como a la golondrina el viento.
Lejos como pluma, como canto perdido en el aire...
Tierra húmeda en mis pies, que se agarran al suelo como raíces
Hundo mis dedos y siento el calor de mi huerto.
El calor de la tierra que hace crecer mis fresas, que hace madurar mis fresones, la misma que le da la fragancia única y relajante a mi menta y que me entrega los mejores frutos que se pueden cosechar, la ilusión y el orgullo de saber que cada gota de agua que le entregué a esa tierra antes seca, te devuelve la dedicación con millones de colores, centenares de olores y infinitas sensaciones que te aporta el simple tacto de una frambuesa.
Simple para muchos, para mi algo inexplicable.
¡Que maravilla de naturaleza! de verdad ¡Que maravilla!
¡Quien fuera planta, para crecer tan solo con agua, sol y mucho amor!