jueves, 15 de septiembre de 2011

Inspiración

Mi brisa, mi viento, mi aire...
Ahora llega, en mal momento quizá, pero justo cuando está a punto de disiparse, consigo desconectar.
Dejo que vuelva, que me acaricie está bocanada de aire que me recorre el cuello, que me enfría, que me estremece...
Vuelve esa sensación de libertad, de mano desbocada..
Sensación de escribir todo aquello que sale de mi alma, todo aquello que trae mi brisa desde algún lugar lejano..
Brisa fresca... Olor a azul oscuro, a sal, a gaviota entre nubes...
Deseo de transformar mi cuerpo en agua, de poder sentir la fuerza de las olas, de golpear con mi ser las rocas, como golpean las palabras a mi existencia..
Palabras que llegan sin buscarlas, que aparecen de la nada.. algunas sencillas pero no por eso menos profundas que aquellas, que sin ningún sentido aparecen en mi cabeza pidiendo a gritos poder ser plasmadas en papel...

Destello, suspiro, latido...
Caricia, esencia, respiro..

Respiro yo, respira mi alma, respira cada poro de mi cuerpo..
Mi cuerpo perdido.. que se entrega a la tempestad de letras..
A esta brisa que se transforma en tormenta, que hace de mi cuerpo nave ingobernable..
Pierdo el control, el ancla de los sentidos ya no tiene fondo sobre el que descansar...
Zozobra mi barco.. entre sílabas cargadas de irracionalidad

Huracán, temblor, gota de agua dulce en mis labios...
Marea, constelación de aves que surcan mi cielo, Calma...

Calma que llega a mis dedos..
Se aleja mi tormenta... Ya no siento ese frío.
Volverá mi viento... Lo sé
Volverá porque mi cuerpo necesita irracionalidad.
Porque ¿Que sería de mi vida sin que me azotaran tormentas?

¿Que sería?